Blog 8: Comentario sobre el body horror y el arte y el blablabla
//Participación en foro de curso sobre análisis de imagen, me prometieron décimas. La propuesta de origen era discutir sobre el body horror a partir del vídeo "El Arte de Incomodarte | Horror Corporal y su Filosofía Estética" de la usuaria Numinosa en YouTube. Sin embargo fue escrito en flujo de consciencia durante la madrugada así que divague a todos sitios. Lo subo aquí sin corregir porque soy un ser salvaje de las cavernas.
El arte definitivamente no se debe reducir a ser meramente placentero, o inclusive ético. Si bien, hay lugar para obras cuyo propósito sea mantener la comodidad del espectador, o inclusive moralizarlo en ocasiones, siento que el arte no tiene esa obligación fundamental a un espectador; puesto que este responde a algo más fundamentalmente humano, casi orgánico, que trasciende las normativas sociales de lo bueno y lo malo, teniendo la capacidad de explorar y exhibir todo aquello que pueda albergar la mente humana, incluído, lo angustiante, horripilante e inclusive íntimamente cruel.
Con esto no digo que el artista mismo no tenga obligaciones morales en su respectivo contexto. Hago este inciso puesto que, definitivamente me parece que se puede hacer arte con finalidades moralmente reprochables, ejemplo de esto puede ser la misma propaganda que se menciona en el vídeo, que se crea con el propósito de deshumanizar y segregar grupos marginalizados. Otras ocasiones de esto pueden ser ciertas depicciones con finalidades pornográficas dónde se pueden normalizar comportamientos abusivos que a largo plazo hacen daños a la sociedad (Demostrando el poder social de las imágenes por cierto). Sin embargo, eso me parece parte de una discusión más amplia respecto a que es arte y que no, a depender de los propósitos de su producción (En particular la propaganda y la pornografía).
A mí parecer, si entran dentro de la categoría de arte; dado a que hay una expresión de algo con una artesania. Aunque eso no significa nada particularmente bueno, porque no me parece que lo que sea arte/expresión tenga también que ser fundamentalmente moral o bueno. Por lo que sí me parece reprochable, inclusive censurable en ciertas instancias. No siendo el caso del body horror en particular, del cual me desvíe un poco. Al punto al cual pretendía llegar en el inciso es que hay excepciones e instancias donde efectivamente el arte puede ser dañino; lo que puede parecer obvio, pero la santificación de la propia palabra “arte” hace casi contradictorio asimilar aquello, generando la necesidad de descalificar por ejemplo, la propaganda política como arte, a pesar de sí ser una expresión de algo humano; incluso si es algo que puede ser nefasto y cuya exposición pretende generar un efecto potencialmente negativo en la gente. Lo que bifurca a otra discusión respecto a si por lo tanto la censura puede llegar a ser necesaria en ciertas ocasiones, lo cuál me gustaría comentar, sin embargo llevo como media plana Word Arial 12 hablando de situaciones bastante puntuales y específicas que me hacen considerar que efectivamente existe un matiz donde se le puede hacer reproches morales a un artista por su trabajo, en particular, por sus efectos sociales. ¿Este reproche se expande al mismo tiempo al arte en sí mismo? A toda honestidad, me parece que sí se puede hacer arte de mala fé. ¿Se puede calificar al arte según su intencionalidad? La verdad no tengo la más mínima idea, y probablemente no llegue a una respuesta concisa a las 1 de la mañana en el foro para ganarme décimas, sobretodo porque yo quería comentar algo mega pretencioso respecto a Frankenstein y la religión y derrape totalmente a otro sitio. Dios se apiade de mí que todavía no leo el texto para la prueba.
Volviendo al body horror; a pesar de los dolores de cabeza, episodios de hipocondría, y dolores de guatita que me provoca en particular a mí, me parece de los tipos de arte que mejor hablan de la condición humana, y a un punto más específico de los actos de creación y de nuestra relación con la muerte y la enfermedad. A mí parecer, el rechazo histórico que hay ante estás obras parte probablemente del set de creencias impuesto durante la ilustración y particularmente en el renacimiento en lo que al arte refiere. En lo social y lo político nos emancipamos de ideas abstractas y ambiguas como Dios o la mitología y nos acercamos de lleno al antropocentrismo, el racionalismo y la lógica como el modo de afrontar al mundo, en el proceso alentando la creencia de que todo aquello que no es bueno, útil, o placentero debe ser removido u ocultado. Esto en turno se volvió la nueva doctrina que sangró hasta la actualidad. Por este tipo de pensamientos luego existe un rechazo general a la abstracción a favor del realismo, al menos en la pintura; puesto que este último muestra las cosas acercándose a la realidad concreta, la cual es, repentinamente, la única que importa. Realismo capitalista bla bla bla y ETC y etceteras en plural.
Esto crea nuevas represiones (o quizá solo revuelve un poco las viejas represiones, volviendolas más díficles de nombrar y señalar) que eventualmente se rebelan en actos de contra cultura como podría señalarse el barroco, lo gótico, y el body horror como una de las características que empiezan a prevalecer en este último. Por lo tanto me parece correcto señalar al body horror como un síntoma y expresión de sociedades sometidas a la hegemonía y lo bello, lo delicadamente intencional, y las ideas del arte como algo quasi divino e intocable por el hombre de a pie. Entonces, a mí parecer, el body horror es una de las respuestas y expresiones más bellas contra la opresión que viven los individuos, a los que se les enseña que hay algo impuro, ineficiente, en sufrir y en sentir su cuerpo como algo más que una herramienta a usar, sino que como un sistema complejo que sujeto a emociones erráticas que se sienten arbitrarias para el individuo.
El body horror se podría catalogar como una necesidad de desvestirse, de ser salvaje y de sentir sin vergüenza todo el espectro de emociones. Habla de una necesidad casi animal en el humano, que creo es el motivo de que sea tan atrayente. Más allá del morbo, me parece que lo que la gente busca en el body horror es empatía en aquellas cosas que se nos dice no debemos expresar. Sea la rabia, el miedo, el dolor, ETC. ETC. La necesidad/el miedo a trascender el cuerpo. Por eso me parece que llega a incluso tener una dimensión casi espiritual, y al mismo tiempo, una profundamente carnal. La aterradora fragilidad de nuestro cuerpo y su falta de eternidad. Y en lo que nos dice el body horror sobre el arte y la creación respecta, me parece que, en particular, historias que hablan de ambiciones humanas que acaban en seres o mutaciones que son casi humanas pero horripilantes, llegan a señalar algo sobre el propio arte, sobre una culposidad inherente al crear y al intentar ser Dios de cierto modo. Viéndolo así, el body horror también, puede tener ciertos tintes moralizantes, que contestan a la ambición infinita, o la codicia por la inmortalidad que siempre está implícita en actos de creación, sobre todo en la modernidad.
Por ejemplo en uno de los primeros exponentes de lo que se podría considerar body horror: Frankenstein de Mary Shelley, el cual explora la crueldad implícita en el crear, lo que dándole un par de vueltas, giros, transfusiones de sangre y reencarnaciones podemos llevar devuelta hasta historias como la de Adán y Eva en la biblia, con la manzana y el pecado y todo ese blablabla. Es algo que siempre ha estado presente en el humano. La crueldad de tener un cuerpo, incluso la crueldad de crear algo similar o que nos refleje a nosotros mismos, con todo lo que “nosotros” conllevamos. El cuerpo como una jaula que puede diferir en aspecto del alma, como vemos le sucede al monstruo de Frankenstein cuya apariencia lo condena a sufrir. Cómo el patito feo. Pero el monstruo nunca se vuelve lindo. Es como el patito feo, pero si el patito feo después pidiera la creación de una patita fea, la cual sería técnicamente su hermana, y si el patito feo como obra tuviera un subtono homoerotico. En realidad no se parece tanto al patito feo, no debí comenzar ese símil.
Retornando, el monstruo persigue a Frankenstein como recordatorio del pecado que cometió al desafiar a Dios. De hecho, más que a lo católico, refiere más literalmente a los dioses griegos, sobre todo por el subtítulo de “El moderno Prometeo” que parecía más importante señalar que el símil con el patito feo. Sobre todo porque va en el título. No es “Frankenstein: El moderno Patito Feo”.
El punto al que pretendo llegar es que el body horror y en general, la problemática de tener un cuerpo, es inherente al ser humano. Está empotrado en nuestras historias y representaciones casi desde el momento en el que descubrimos cómo representar y contar cosas. Me atrevería a decir que es algo que atraviesa el arte y es directamente una parte de la psique humana directamente derivada de nuestra consciencia de nosotros mismos y la inminente expiración de nuestros cuerpos que nos aterra. Por lo tanto me parece que el body horror es efectivamente bello. No en el sentido de placentero ni acogedor, sino más bien como, poéticamente bello. En el sentido de que, dice algo que llega al lugar correcto. Es armonioso en su desarmonía, rasca un lugar que existe en todos nosotros y pocas veces tocamos, así como, detrás de la rodilla, pero una rodilla mental, que está en la oscuridad de nuestra psique y tiene la opacidad como al 50% y usa un sombrero extraño y cuando se hace grande es realmente sorprendente estilo Barney el dinosaurio, pero si el representase un aspecto fundamental del subconsciente.
Benjamín "Ben Blink" Carvajal